Avançar para o conteúdo principal

https://pastoralsj.org/creer/2500-tiempos-liturgicos-y-espiritualidad-cotidiana?fbclid=IwAR195iliVo3mpZIna83_V13eofkip42udNEMFuq2KKZ2IapjDUOvWz7eo4E


Durante el año, a veces uno tiene la sensación de que las homilías se suceden domingo tras domingo sin poder casi distinguir una de otra. Algo que se nos dice puede ayudar en un momento dado, pero no tardamos en olvidarlo. Sin embargo, en tiempos litúrgicamente relevantes, esto parece cambiar.

No hace tanto terminábamos de pasar el Adviento y la Navidad, y celebrábamos una Buena Noticia, que Dios ha nacido en nuestras vidas y que es luz que ha de ser compartida. Un nuevo comienzo. Después regresó el tiempo ordinario a la liturgia y a nuestras vidas, y ahora, en menos de lo que parece, ya estamos a punto de arrancar la cuaresma, y pronto nos descubriremos en Semana Santa. Las palabras de los sacerdotes ya evocan otra serie de cosas: conversión, pecado, cruces, “muertes” de cada uno, dónde estaba Dios en cada una de ellas, etc. Y es acertado decir que vivimos con Jesús esa Pasión, Muerte y Resurrección… hasta el lunes de Pascua, que se acaban las vacaciones.

Da pena decir que la mayoría de momentos de crecimiento espiritual de los creyentes están relacionadas con épocas puntuales del año. Los tiempos litúrgicos son pedagógicos. Son una guía (muy bien hecha) que resume cuáles son las cosas importantes que hay que tratar de recordar a lo largo de toda la vida. Es un camino de migas de pan. Es como si la Iglesia te dijera: “¡Eh! Que lo de la conversión de Cuaresma no es sólo para que te lo plantees cuarenta días al año, sino que es algo que de verdad afecta a tu vida, porque va ligada a tu felicidad, tus grandes deseos y tus sueños.”.

Lo que hace la Iglesia es ordenar estos períodos a través del ciclo litúrgico, contando a lo largo del mismo la vida de Jesús. Esta historia (y los tiempos que escoge la Iglesia para ir contándola) son, a la vez, espejo para revisar la propia vida, ventanal a través del cual llegar a otros y lente para obtener perspectiva de lo esencial.

Así, Dios va transformando el corazón de los hombres para que sus vidas sean un reflejo de lo que soñó El antes de que el mundo fuera mundo. El pecado no es otra cosa que poner trabas a esa conversión. El Evangelio es una historia de cómo Jesús cambia la vida entera, de arriba abajo. El cambio nace de dentro, de releer la propia historia y ver que constantemente estamos esperando, soñando, muriendo y volviendo de nuevo a la vida con más fuerza que antes.

La Iglesia da una excusa para cultivar la espiritualidad. Por una vez, aprovechemos que ésta sí es una buena excusa y llevemos al tiempo ordinario lo especial de la Navidad y de la Semana Santa y vice versa. Empecemos a convertirnos, por ejemplo, en el mes de julio, donde ni es Navidad ni es Semana Santa. Porque, ¿por qué no?


Comentários

Mensagens populares deste blogue

Não é uma sugestão, é um mandamento

Nos Evangelhos Sinóticos, lemos muito sobre as pregações de Jesus a propósito do «maior mandamento». Não é a grande sugestão, o grande conselho, a grande linha diretiva, mas um mandamento. Primeiro, temos de amar a Deus com todo o coração e com toda a nossa força, sobre todas as coisas. Ao trabalhar com os pobres camponeses da América Central, que não sabiam ler nem escrever, a frase que eu sempre ouvia era: «Primero, Dios». Deus tem de ser o primeiro nas nossas vidas, depois, todas as nossas prioridades estão corretamente ordenadas. Não amaremos menos as pessoas, mas mais, por amar a Deus. A segunda parte do «maior mandamento» é amarmos o próximo como a nós mesmos. E Jesus ensina-nos, na parábola do Bom Samaritano, que o nosso próximo é esse estrangeiro, esse homem ferido, essa pessoa esquecida, aquele que sofre e, por isso, tem um direito acrescido sobre o meu amor. Jesus manda-nos amar os estranhos. Se só saudamos os nossos, não fazemos mais do que os pagãos e os não cr
Talvez eu seja O sonho de mim mesma. Criatura-ninguém Espelhismo de outra Tão em sigilo e extrema Tão sem medida Densa e clandestina Que a bem da vida A carne se fez sombra. Talvez eu seja tu mesmo Tua soberba e afronta. E o retrato De muitas inalcançáveis Coisas mortas. Talvez não seja. E ínfima, tangente Aspire indefinida Um infinito de sonhos E de vidas. HILDA HILST Cantares de perda e predileção, 1983

Oh Senhor

Ó Senhor, que difícil é falar quando choramos, quando a alma não tem força, quando não podemos ver a beleza que tu entregas em cada amanhecer. Ó Senhor, dá-me forças para poder encontrar-te e ver-te em cada gesto, em cada coisa desta terra que Tu desenhaste só para mim. Ó Senhor, sim, eu seu preciso da tua mão, do abraço deste amigo que não está. Dá-me luz, à minha alma tão cansada, que num sonho queria acordar. Ó Senhor, hoje quero entregar-te o meu canto com a música que sinto. Eu queria transmitir através destas palavras. Fico mais perto de ti.